El amargo punto que cosechó San Martín en su visita a Boca Unidos profundizó un problema que fue una constante durante la presente temporada de la B Nacional. El “Santo” tiene una mandíbula de cristal, es demasiado permisivo con sus rivales, juguetea demasiado con la presa pero no la liquida y termina bebiendo de su propia medicina.
La película que se vio a orillas del río Paraná fue la misma que se vio en Mendoza contra Independiente Rivadavia; en Pergamino ante Douglas Haig; en Adrogué con Brown; en San Luis contra Estudiantes y en La Ciudadela con Santamarina e Instituto. Esto, por citar algunos juegos en los el equipo tuvo todo para ganar, incluso golear y terminó regalando puntos.
Tomando nota de esos datos, Matías García fue uno de los más autocríticos a la salida de un vestuario visitante que bramaba. “Es una situación que sufrimos durante todo el torneo y no pudimos superarla. Eso explica por qué estamos en la mitad de la tabla”, afirmó el volante.
El zurdo fue uno de los mejores valores que mostró el equipo en Corrientes, pero ni su buena producción pudo levantarle el ánimo. “Cuando los resultados no se dan, uno se pone mal. Y más cuando eso se da únicamente por culpa propia. Si se quiere aspirar a ser campeón o a ascender, hay que ser más eficaz y estar más concentrado; son cosas en las que nosotros fallamos mucho”, agregó.
Es cierto que si el equipo hubiese sumado sólo los puntos perdidos en los juegos mencionados algunas líneas más arriba, estaría peleando palmo a palmo por quedarse con uno de los boletos a la máxima categoría.
“Eso está clarísimo. Duele ver que fuimos nosotros los que prácticamente regalamos muchos puntos. Es una ley, en el fútbol, que si no convertís los goles que se te presentan, te los terminan haciendo a vos. Nos pasó en muchísimos partidos”, explicó César Taborda.
Pero el insulso 1-1 lo sacó del carril, lo movió de su órbita. “Pecamos por no ser precisos, por dejarlo vivo al rival. Me da muchísima bronca porque era un partido recontra ganado, porque el rival no tenía respuestas, no había casi ni pateado al arco y nos terminan empatando en el minuto 48 del segundo tiempo. Son cosas que no pueden pasar más, pero nunca más ¿eh? Debemos trabajar en eso, en superar ese déficit”, sentenció el arquero, que estuvo muy seguro en el duelo contra Boca Unidos.
Ese será el punto a trabajar en estos dos días antes de recibir la visita de Independiente Rivadavia de Mendoza, el domingo a las 16.45. La visita es un equipo que jugará todas sus fichas para tratar de mantener la categoría; el miércoles, “despachó” con autoridad a Chacarita por 3 a 1.